Have you been betrayed by someone you trusted? Maybe your spouse broke a promise. Family or friends could have badly let you down. Perhaps it was at work or at church.
There is something in human nature that rightly expects fairness. So when you have been wronged, the sense of injustice is awful. It can eat you up on the inside.
The Other Side Of Injustice
Lamentations 1:3 describes the pain: “Judah has been led away into captivity, oppressed with cruel slavery… Her enemies have chased her down, and she has nowhere to turn.”
The people were broken and betrayed, they were cruelly enslaved. The next verse describes the outcome of such terrible injustice: “…she is in bitterness.” (Lam 1:4b)
Pain alone is hard. When it is mixed with injustice, it can be unbearable. If you have been wronged, the devil wants to multiply your pain by making you bitter.
The Cruel Impact Of Bitterness
Acts 8:23 says that bitterness poisons. Hebrews 12:15b states, “…Watch out that no poisonous root of bitterness grows up to trouble you, corrupting many.”
No wonder the enemy wants us to become bitter; it poisons, causes trouble in our lives and then defiles those closest to us.
Jeremiah 17:9b explains that the human heart is a mystery. We think we know what’s inside, but we don’t: “…Who can know [perceive, understand, be acquainted] with his own heart?”
Bitterness is a root (see Hebrews 12:15) so when we are bitter, we get stuck in what happened. And Job 10:1 says “…I give free course to my complaint, I will speak in the bitterness of my soul.”
5 Signs You Battle With Bitterness
- You rehearse what happened
- You keep retelling the story
- You still feel wronged
- You spy on the one who wronged you
- You secretly gloat when they struggle (& don’t like it when they succeed)
There is another big problem. Bitterness can cause us to fall short of the favour of God (see Hebrews 12:15). The person who hurt you is probably enjoying life. It’s time to be free from the pain of the past.
Ephesians 4:32 says, “Be kind and helpful to one another, tender-hearted compassionate, understanding, forgiving one another [readily & freely], just as God in Christ also forgave you.”
Picture the person who hurt you. Tell the Lord what they did and how it made you feel, then forgive them. As you forgive, be specific, expressing forgiveness for every action or word that hurt. Then ask the Lord to bless them.
When the burden of bitterness gas lifted, you will enjoy new freedom and peace. Watch my message on this topic here, it will help you break free. If you enjoyed this blog, please hit the heart button at the top and share a comment below.
¿Lo ha traicionado alguien en quien confiaba? Tal vez su cónyuge rompió una promesa. La familia o los amigos podrían haberle defraudado. Tal vez ocurrió en el trabajo o en la iglesia.
Hay algo en la naturaleza humana que, con razón, espera justicia. Así que cuando le han agraviado, la sensación de injusticia es terrible. Lo puede comer por dentro.
El Otro Lado de la Injusticia
Lamentaciones 1:3 describe el dolor: “Judá ha sido llevada en cautiverio, oprimida con cruel servidumbre… Sus enemigos la han perseguido, y no tiene a dónde ir”.
El pueblo fue quebrantado y traicionado, fue cruelmente esclavizado. El siguiente versículo describe el resultado de tan terrible injusticia: “…ella está amargada”. (Lamentaciones 1:4b)
El dolor es difícil. Pero cuando se mezcla con la injusticia, puede ser insoportable. Si usted ha sido agraviado, el diablo quiere multiplicar su dolor amargándole.
El Impacto Cruel de la Amargura
Hechos 8:23 dice que la amargura envenena. Hebreos 12:15b dice: “… “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados”.
Con razón el enemigo quiere que nos amarguemos; envenena, causa problemas en nuestras vidas, y luego contamina a los que están más cerca de nosotros.
Jeremías 17:9b explica que el corazón humano es un misterio. Creemos saber lo que hay dentro, pero no: “…¿Quién puede saber [percibir, comprender, conocer] con su propio corazón?”
La amargura es una raíz (ver Hebreos 12:15), así que cuando estamos amargados, nos quedamos atrapados en lo que pasó. Y Job 10:1 dice “…Doy curso libre a mi queja, hablaré en la amargura de mi alma.”
5 Señales de Que Usted Lucha Con la Amargura
1. Ensaya lo que pasó
2. Sigue contando la historia
3. Todavía se siente agraviado
4. Espía a la persona que le hizo daño
5. Se regodea en secreto cuando esa persona lucha
Hay otro gran problema. La amargura puede hacer que no alcancemos el favor de Dios (ver Hebreos 12:15). La persona que le lastimó probablemente esté disfrutando de la vida. Es hora de liberarse del dolor del pasado.
Efesios 4:32 dice: “Sed bondadosos y serviciales unos con otros, tiernos, compasivos, comprensivos, perdonándoos unos a otros [pronta y gratuitamente], así como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”.
Imagine a la persona que le lastimó. Dígale al Señor lo que le hizo y cómo le hizo sentir, y luego perdónelo. Al perdonar, sea específico y exprese perdón por cada acción o palabra que lo hirió. Luego pídale al Señor que bendiga a esa persona.
Cuando se elimine la carga de la amargura, usted disfrutará de una nueva libertad y paz.