Years ago during dinner with friends, my daughter who was nine at the time asked: “Mummy, why do you eat with your mouth open?” This was followed by an exaggerated impersonation!
“Abigail, don’t be rude!” I retorted, “I don’t eat with my mouth open, do I, daddy?” I was shocked at my husband’s response. “I gave up trying to change your eating habits 15 years ago!”
I was appalled: “I don’t know what you mean!” Then I thought about the people I had dined with: family, friends, pastors, co-workers… In the end I gave up protesting and decided to work on this (occasional) ugly habit.
It was awful to have something embarrassing pointed out by a child, but it was worth it. In 2 weeks, I cracked the problem. As a result of my daughter’s brutal honesty, I am now a more sociable eater.
It’s For Our Benefit
Proverbs 6:23 says, “Corrective discipline is the way to life.” This tells us that correction is the route to a better life. Having our shortcomings pointed out helps us understand our mistakes & change. It helps us become the people we need to be to fulfill our potential.
Most of us have experienced correction. Perhaps your spouse has pointed out your inadequacies or a friend has exposed secret faults. Maybe a leader has highlighted a weaknesses. The truth is that not many of us like having our attitudes or behavior challenged.
When an army is under attack, it must defend itself. So why is it that many of us react as though we are under siege when friends, bosses, or spouses speak into our lives?
Why Do I Get Defensive?
One reason is words. Maybe as you were growing up, parents, teachers or friends hurt you with their words. Perhaps you have been wounded as an adult.
Proverbs 12:18 says, “There is one who speaks like the piercings of a sword.” Words can be like arrows. They can hurt your feelings, squash your dreams & crush our confidence.
If you’ve suffered verbal attacks in the past, when you hear correction, you may see a gun to your head. At the first sign of negativity, you resist. You protect yourself against attack.
Weapons
If words have been used as weapons in your life, it can make you see all strong words as threats. You can end up thinking correction is a weapon. You may build walls and defense mechanisms to repel what you imagine are the attacks of others.
If you have been hurt by words, ask God to heal your heart. We all need correction to become our best. Without it, we will struggle to fulfill our destiny. Defensiveness is a sign of insecurity. When you really know your value, having your flaws and failings pointed out won’t feel like an attack. It will feel helpful.
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Hace años, durante una cena con amigos, mi hija que en ese momento tenía nueve años preguntó: “Mamá, ¿por qué comes con la boca abierta?”.
¡Esto fue seguido por una suplantación exagerada!
“¡Abigail, no seas grosera!” Le respondí: “No como con la boca abierta ¿verdad, papá?”. Me sorprendió la respuesta de mi marido por parte de ella. “¡Dejé de intentar cambiar tus hábitos alimenticios hace 15 años!”
Me quedé consternada: “¡No sé a qué te refieres!” Luego pensé en las personas con las que había cenado: familiares, amigos, pastores, compañeros de trabajo… Al final dejé de protestar y decidí trabajar en este (ocasional) feo hábito.
Fue horrible que una niña me señalara algo vergonzoso, pero valió la pena. En dos semanas, resolví el problema. Como resultado de la brutal honestidad de mi hija, ahora soy una persona más sociable con la comida.
Es Para Nuestro Beneficio
Proverbios 6:23 dice: “La disciplina correctiva es el camino a la vida”. Esto nos dice que la corrección es el camino hacia una vida mejor. Señalar nuestras deficiencias nos ayuda a comprender nuestros errores y cambiar. Nos ayuda a convertirnos en las personas que necesitamos ser para alcanzar nuestro potencial.
La mayoría de nosotros hemos experimentado la corrección. Tal vez su cónyuge haya señalado sus deficiencias o un amigo haya expuesto faltas secretas. Quizás un líder haya resaltado una debilidad. La verdad es que no a muchos de nosotros nos gusta que se nos cuestionen nuestras actitudes o comportamiento.
Cuando un ejército es atacado, debe defenderse. Entonces, ¿por qué muchos de nosotros reaccionamos como si estuviéramos asediados cuando amigos, jefes o cónyuges hablan en nuestras vidas?
¿Por Qué Me Pongo a la Defensiva?
Una razón son las palabras. Quizás a medida que crecía, sus padres, profesores o amigos lo hirieron con sus palabras. Quizás haya sido herido de adulto.
Proverbios 12:18 dice: “Hay quien habla como traspasos de espada”. Las palabras pueden ser como flechas. Pueden herir sus sentimientos, aplastar sus sueños y aplastar nuestra confianza.
Si ha sufrido ataques verbales en el pasado, cuando escuche una corrección, es posible que vea un arma en su cabeza. A la primer señal de negatividad, se resiste. Se protege contra el ataque.
Armas
Si las palabras se han utilizado como armas en su vida, eso puede causarle ver todas las palabras fuertes como amenazas. Puede terminar pensando que la corrección es un arma. Puede que construya muros y mecanismos de defensa para repeler lo que imagina que son ataques de los demás.
Si lo han herido las palabras, pídale a Dios que sane su corazón. Todos necesitamos corrección para ser lo mejor posible. Sin la corrección, lucharemos por cumplir nuestro destino. La actitud defensiva es una señal de inseguridad. Cuando realmente conoce su valor, que le señalen sus defectos no se sentirá como un ataque. Se sentirá útil.
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