We all go through tough times. Perhaps you have been pursuing your promotion for far too long. You know that you were made for more than the life you are living. When you look around, you feel shortchanged.
You may have been fighting over your finances for years. You are faithful in tithing, but still struggle to make ends meet. Perhaps your marriage has been a painful mix of heartache and letdowns. You dreamed of the fairytale, yet you woke up to the reality of unfulfilled promises or loneliness.
Perhaps your entire life has been marked by a catalog of disappointments. You could be fighting for the restoration of your family, battling debt, held back in ministry, or struggling with serious health issues.
The truth is that: “… man is born to trouble…” (Job 5:7). The word for trouble in the Hebrew is âmâl and it means sorrow, pain, stress and strain. Trials are part of life and battles are inevitable. That does not stop them from being very painful.
The Journey To Fulfillment
When God gives us dreams, He doesn’t tell us how difficult the road to fulfillment will be. We would probably never start if we knew the struggle that was in store! Maybe you have been pursuing goals for years and you’re bewildered by slow progress. When times are tough, it’s easy to get weighed down.
The Lord called me to bring our ministry from the UK to the USA. That may sound easy, but I assure you there were challenges. The UK is a tiny island about 6,000 miles away from America – and I hardly knew anyone there.
In early 2019, the battle to bring Whole Heart Ministries to the US intensified. Just when I was certain we were about to come into momentum, progress seemed to grind to a halt. It was about a month before one of our events and bookings were few and far between.
When Things Look Bleak
The conference center was confirmed, contracts were signed but no one seemed to be registering. My team and I were praying and believing for bookings. One morning, when I checked numbers, the stark reality hit me like a punch in the guts. “This is awful. Why is no one booking?” I asked myself. “What am I doing wrong? God, why aren’t you coming through? This is a disaster.”
I felt like I had stepped out in obedience and God had not bothered to come through. I knew we would get there in the end because the world needs this ministry, but I felt dejected on the way. The more I thought about the low numbers, the deeper I sank.
It’s Not Unusual
The truth is that there is barely a Bible hero that didn’t battle on their way to breakthrough. Abraham waited 25 years for his son, Joseph was thrown into slavery and prison. David was homeless for a decade before being crowned king.
If it’s been hard for you, that does not mean that God is not with you. It probably means that you have some very precious promises that are worth the fight. When we are weary of fighting, we need a fresh touch from God.
Times Of Refreshing
I got into God’s presence and poured out my pain in prayer. I gave Him my disappointment as an offering. As I lingered in His presence, He restored my soul and gave me new strength. Afterwards, I was ready to fight again.
Pushing and persevering can be exhausting. If you’re battling with discouragement, Jesus says, “Come to Me all you who are weary and heavy laden and I will give you rest.” (Matthew 11:28).
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Todos pasamos por momentos difíciles. Quizás haya estado buscando su ascenso durante demasiado tiempo. Sabe que fue hecho para algo más que la vida que está viviendo. Cuando mira a su alrededor, se siente defraudado.
Es posible que haya estado peleando por sus finanzas durante años. Es fiel en el diezmo, pero aun así tiene dificultades para llegar a fin de mes. Quizás su matrimonio haya sido una dolorosa mezcla de angustia y decepciones. Soñó con el cuento de hadas, pero se despertó a la realidad de las promesas incumplidas o la soledad.
Quizás toda su vida hayó estado marcado por un catálogo de decepciones. Podría estar luchando por la restauración de su familia, luchando contra deudas, retenido en el ministerio o luchando con problemas de salud graves.
La verdad es que: “… el hombre nace para la angustia…” (Job 5:7). La palabra problema en hebreo es âmâl y significa tristeza, dolor, estrés y tensión. Las pruebas son parte de la vida y las batallas son inevitables. Eso no impide que sean muy dolorosas.
El Viaje Hacia la Realización
Cuando Dios nos da sueños, no nos dice cuán difícil será el camino hacia la realización. ¡Probablemente nunca comenzaríamos si supiéramos la lucha que nos esperaba! Tal vez usted haya estado persiguiendo metas durante años y esté desconcertado por el lento progreso. Cuando los tiempos son difíciles, es fácil sentirse abrumado.
El Señor me llamó a llevar nuestro ministerio del Reino Unido a los Estados Unidos. Puede parecer fácil, pero les aseguro que hubo desafíos. El Reino Unido es una pequeña isla a unas 6,000 millas de Estados Unidos, y casi no conocía a nadie allí.
A principios de 2019, se intensificó la batalla para traer Whole Heart Ministries a los EE. UU. Justo cuando estaba segura de que estábamos a punto de tomar impulso, el progreso pareció detenerse. Aproximadamente un mes antes de uno de nuestros eventos, las reservas fueron pocas y espaciadas.
Cuando Las Cosas Parecen Sombrías
Se confirmó el centro de conferencias, se firmaron contratos, pero nadie parecía registrarse. Mi equipo y yo estábamos orando y creyendo por las reservas. Una mañana, mientras revisaba los números, la cruda realidad me golpeó como un puñetazo en el estómago. “Esto es horrible. ¿Por qué nadie reserva?” Me pregunté a mí misma. “¿Qué estoy haciendo mal? Dios, ¿por qué no vienes? Esto es un desastre.”
Sentí que yo había dado un paso adelante en obediencia, pero Dios no había cumplido con Su parte. Sabía que al final lograríamos la meta, porque el mundo necesita este ministerio, pero me sentí abatida en el camino. Cuanto más pensaba en los bajos números, más me hundía.
No Es Inusual
La verdad es que apenas hay un héroe de la Biblia que no haya luchado en su camino hacia el avance. Abraham esperó 25 años por su hijo, José fue arrojado a la esclavitud y a la prisión. David estuvo sin hogar durante una década antes de ser coronado rey.
Si ha sido difícil para usted, eso no significa que Dios no esté con usted. Probablemente signifique que tiene algunas promesas muy valiosas por las que vale la pena luchar. Cuando estamos cansados de luchar, necesitamos un toque fresco de Dios.
Tiempos de Refrigeri
Entré en la presencia de Dios y derramé mi dolor en oración. Le di mi desilusión como ofrenda. Mientras permanecía en Su presencia, Él restauró mi alma y me dio nuevas fuerzas. Ya después, estaba lista para luchar de nuevo.
Esforzarse y perseverar puede resultar agotador. Si está luchando contra el desánimo, Jesús dice: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”. (Mateo 11:28).
Comparta su corazón con el Señor en oración. Él es capaz de levantarlo de nuevo. Si quiere que el Señor reviva su alma y sople nueva esperanza en su corazón, nuestro nuevo curso de Heart Academy (La Academia del Corazón) “Superando la Decepción” es para usted. Empezamos el 23 de enero. Compruébelo aquí!