The Lord reveals His will by planting His purposes in our hearts in seed form. These seeds are in the form of dreams and desires. God-given dreams serve two important purposes:
- MOTIVATION
Dreaming about God’s promises awakens desire on the inside. James 1:15 tells us that desire gives birth. Desire makes us take action. Not only that, dreaming creates excitement which further propels us to pursue our purpose.
- HOPE
When we imagine the purposes of God coming to pass in our lives, hope comes alive. Bible hope is not wishful thinking. It is confidant expectation based on what the Bible promises.
You might be wondering why hope is so important. Hebrews 11:1 tells us that faith is the substance of things hope for. In other words, just as water makes ice, so hope produces faith.
You can’t get ice without water and you can’t grow faith without hope. The way we possess the promises of God is by faith and patience. So both hope is vital!
THE PROBLEM
The enemy wants you to give up on your dreams and desires. Maybe you realize that you have slowed down or stopped dreaming. Here are 3 possible reasons:
- DISAPPOINTMENT – perhaps you have experienced disappointment in recent years. You had your hopes up but then went through too many let downs.
- DELAY – maybe you are weary of waiting. You have trusted and believed, you have carried on in faith for what feels like too long, and you are tired of waiting.
- DISDAIN – it could be that you shared your dreams with people that didn’t share your vision. Maybe they mocked or doubted you. Or perhaps you stepped out in faith and got hurt.
When things happens that dampens our desires, all too often we distance ourselves from the dream. Hope deferred makes the heart sick (Pr 13:12). We feel discouraged or disheartened, so we leave our dreams for another day, or even another lifetime.
HOW TO HAVE A FRESH START
If you got hurt or felt let down, please share your heart with the Lord in prayer. Tell Him how you feel and ask Him to restore your soul.
One the weights have lifted, go back to your dreams and start to trust again. Remember, your job is believing and obeying. God’s responsibility is to make it happen.
Thank God that Abraham and Joseph kept hope alive even when circumstances looked hopeless. If they did it, so can you. Take a few moments right now to revisit your God-given desires.
God is faithful and He is able. Check out our new zoom course: Reignite Your Fire, starting January 28th. God will revive you from the inside out!
El Señor revela Su voluntad al plantar Sus propósitos en nuestros corazones en forma de semillas. Estas semillas tienen la forma de sueños y deseos. Los sueños dados por Dios cumplen dos propósitos importantes:
1. MOTIVACIÓN
Soñar con las promesas de Dios despierta el deseo en nuestro interior. Santiago 1:15 nos dice que el deseo da a luz. El deseo nos hace actuar. No solo eso, soñar crea emoción que nos impulsa aún más a perseguir nuestro propósito.
2. ESPERANZA
Cuando imaginamos que los propósitos de Dios se cumplen en nuestras vidas, la esperanza cobra vida. La esperanza bíblica no es una ilusión. Es una expectativa confiada basada en lo que la Biblia promete.
Quizás te preguntes por qué la esperanza es tan importante. Hebreos 11:1 nos dice que la fe es la sustancia de las cosas que se esperan. En otras palabras, así como el agua produce hielo, la esperanza produce fe.
No se puede obtener hielo sin agua y no se puede hacer crecer la fe sin esperanza. La manera de poseer las promesas de Dios es por fe y paciencia. ¡Así que ambas son vitales!
EL PROBLEMA
El enemigo quiere que renuncies a tus sueños y deseos. Tal vez te des cuenta de que has disminuido tu ritmo o has dejado de soñar. Aquí hay 3 posibles razones:
- DECEPCIÓN: Tal vez hayas experimentado desilusiones en los últimos años. Tenías esperanzas, pero luego sufriste demasiadas decepciones.
- DEMORA: Tal vez estés cansado de esperar. Has confiado y creído, has continuado con fe durante lo que parece demasiado tiempo y estás cansado de esperar.
- DESDÉN: Puede ser que hayas compartido tus sueños con personas que no compartían tu visión. Tal vez se burlaron o dudaron de ti. O tal vez diste un paso de fe y saliste herido.
Cuando suceden cosas que apagan nuestros deseos, con demasiada frecuencia nos distanciamos del sueño. La esperanza postergada enferma el corazón (Pr 13:12). Nos sentimos desanimados o descorazonados, por lo que dejamos nuestros sueños para otro día, o incluso para otra vida.
CÓMO COMENZAR DE NUEVO
Si te lastimaron o te sentiste defraudado, comparte tu corazón con el Señor en oración. Cuéntale cómo te sientes y pídele que restaure tu alma. Inscríbete en nuestro nuevo curso por Zoom “Reaviva Tu Fuego” (en inglés: “Revive Your Fire”.)
Una vez que te hayas aliviado, vuelve a tus sueños y comienza a confiar nuevamente. Recuerda, tu trabajo es creer y obedecer. La responsabilidad de Dios es hacer que suceda.
Agradece a Dios que Abraham y José mantuvieron viva la esperanza incluso cuando las circunstancias parecían desesperanzadoras. Si ellos lo hicieron, tú también puedes. Tómate unos minutos ahora mismo para revisar los deseos que Dios te dio.
Dios es fiel y es capaz. Consulta nuestro nuevo curso por Zoom “Reaviva Tu Fuego” que comienza el 28 de enero. ¡Dios te revivirá de adentro hacia afuera!
Si te gustó este blog, presiona el botón del corazón. ¡Gracias!