The Lord called me to bring Healed for Life from the UK to the US. That may sound easy, but I assure you there were challenges. The UK is a tiny island about 6,000 miles from America – and I hardly knew anyone there.
When God gives us dreams, He doesn’t disclose how difficult the road to fulfilment will be. We would probably never start if we knew the struggle that was in store for us!
Maybe you have been pursuing goals for years and you are bewildered by slow progress. When times are tough, it is easy to feel sorry for ourselves.
IT’S NOT FAIR
In early 2019, the battle to bring the ministry to the US intensified. Just when I was certain we were about to come into momentum, progress seemed to grind to a halt.
It was about a month before one of our events and bookings were few and far between. The conference center and accommodation were confirmed, contracts were signed but no one seemed to be registering.
One morning, when I checked numbers, the stark reality hit me like a punch in the guts. “This is awful. Why is no one booking?” I asked myself. “What am I doing wrong? God, why aren’t you coming through? This is a disaster.”
WHERE ARE YOU, GOD?
I felt like I had stepped out in obedience and God had not bothered to come through. I knew we would get there in the end because the world needs this ministry, but I felt dejected on the way.
The more I thought about the low numbers, the deeper I sank. I sat for an hour and despaired over the situation. I did not tell anyone what I was going through because I knew it was my battle to fight but for about two weeks, I felt myself slipping towards depression.
God always comes through, of course. The places filled up and the Holy Spirit moved in life-changing power at the event. Every person was touched to the core by the healing love of the Lord.
THE SQUATTER
But I returned home emotionally and physically exhausted. I knew I needed to look back at the month leading up to our conference. As I prayed, everything became clear: I had allowed self-pity to squat in my heart.
Nearly every negative thought was about me. I was upset that I had stuck my neck out, that I had worked so hard and that I might look stupid. It was all about me. I was not feeling desperate because the multitudes would have to wait a little longer for their healing. I was upset because I wanted my breakthrough.
Self-pity drove out my joy, quenched my faith and almost led me into depression. I was stunned. It was around that time that I realized I needed to write a book on the subject! Self-pity had sneaked in and I had entertained it. I repented, turned my eyes off myself and onto the faithfulness of God.
IT’S UNDERSTANDABLE BUT…
Feeling sorry for ourselves when life is tough is understandable, but it is dangerous. Faith is of the heart (see Romans 10:10). Faith does not develop in our heads, it lives in our hearts. If my heart is full of self-pity then there will not be the room or the right atmosphere for faith to rise up and fight my battles.
If you’ve been feeling down because of the difficulties you have been facing, you probably need to kick a subtle enemy out of your life. It pretends to be your friend but has your destruction as its aim. If you haven’t yet read My Pretend Friend, it was undoubtedly written for this season. Get a copy here and let’s rise above this foul foe together.
Dios me encomendó traer healed for life del Reino Unido a Estados Unidos. Suena fácil, pero teaseguro hemos tenido retos. Inglaterra es una pequeña isla a 6000 millas de America y yo no conocía muchas personas aya.
Cuando Dios nos da un sueño, El no nos comparte todos los detalles de lo difícil que va a ser la manifestación. Probablemente no empezaríamos si conociéramos los retos esperandonos!
Quizás estás trabajando en un proyecto por años y estás desgastado por el progreso lento. Cuando los tiempos son duros es fácil sentir conmiseria.
NO ES JUSTO!
En el 2019 la batalla para traer el ministerio a Estados Unidos se intensificó. Cuando pensé queganábamos momentum llegamos a un brusco pare.
Un mes antes de entrar a uno de nuestros eventos que la registracion estaba muy poca. El centro de conferencia y las acomodaciones estaban listas. El contrato estaba firmado pero nadie se habíaregistrado.
Una mañana mire los números y vi la realidad que fue como un puño en el estómago. “Esto es terrible, porque no se registran?” Me pregunte, “ que estoy haciendo mal Dios , porque no televantas a mi rescate? Esto es un desastre.”
DIOS, DONDE ESTÁS?
Pensé que tome un paso de fe en obediencia y Dios no estaba respondiendo. Sabia quefuncionaría porque el mundo necesita sanidad pero en el proceso sentí abatida.
Entre más pensaba en los números bajos más me undia. Me senté por una hora en desesperacionpor la situación. No le dije nada a nadie porque sabía que era una batalla que tenía que pelear, pero por dos semanas, sentí que caía en depresión.
Dios siempre responde, por supuesto. El lugar se llenó y el Espíritu Santo se movió de unamanera maravillosa cambiando vidas. Todos fueron tocados hasta lo más profundo con el amor de Dios.
EL OCUPANTE ILEGAL
Pero regrese a casa cansada física y emocionalmente. Yo sabía que tenía que mirar a mi estado de ánimo rumbo al evento. Mientras ore, todo fue claro. Le permití a la autocompasion que entrarailegalmente a mi corazón.
Cada pensamiento negativo acerca de mi. Estaba molesta que me había esforzado tanto, habíatrabajado tan duro y que podría haber lúcido estupida. Todo se trataba de mi. Yo no estabadesesperada porque las multitudes tenían que esperar por su sanidad. Estaba molesta porque yo quería mi rompimiento.
La autocompacion empujó el gozo, seco mi Fe y casi me llevo a la depresión. Estabasorprendida. Fue en ese momento que empecé a escribir un libro en el tema. La autocompasionse había entrometido y yo le estaba entreteniendo. Me arrepentí, alejé mis ojos de mi y los enfoque en la fidelidad de Dios.
ES ENTENDIBLE PERO…
Sentir lástima personal en momentos difíciles se entiende, pero es peligroso. Con el corazón de cree (ver Rom 10:10). La Fe no se desarrolla en la mente, vive en el corazón. Si mi corazón estálleno de autocompasion no hay espacio para la atmósfera correcta para que la Fe se levante y pelee las batalla.
Si te sientes cargado o triste por la situación que enfrentas hoy, es tiempo de sacar a este enemigosutil de tu vida. El pretende ser tu amigo pero está apuntando a la destrucción. Si todavía no has leído “ My Pretend Friend” (mi amigo que pretende), sin duda fue escrito para esta estación. Obtén una copia aquí y levantémonos enzima de este enemigo juntos.
