After our two-year-old daughter died, some mornings when I woke up I would forget momentarily about our loss. I would quickly be jolted back to reality when I saw the empty space in the corner of our bedroom where her baby listening monitor used to sit. That sight had the power to send me into a spin.
I would remember my little girl lying unwell on my tummy in the middle of the night. I would think of my fear as her sweet frame snuggled close to mine. Soon I would be back in that horrible place of panic, not knowing what to do.
OBJECTS OF DREAD
Memories can become objects of dread. We can be afraid of looking back at what happened because we don’t want to feel the pain again. We have rooms in our hearts that we dare not enter because the contents are too painful.
When something opens the door, we turn our faces away so that we don’t have to witness the sight or feel the pain again. We think that by avoiding those memories, we are helping ourselves stay strong.
The problem is that if you avoid your memories, they retain power over you, and the enemy can use them to trip you up whenever he chooses. We can end up being just as afraid of painful memories as we might be of spiders or public humiliation.
You may be doing well, but if someone who reminds you of your past shows up, you shut down. As soon as you encounter a reminder of hurtful behavior, walls go up. Perhaps you’re afraid of history repeating itself. If so, you need to be free. Here’s how:
1. DON’T RUN AWAY
Fear loses its power when we stop running, turn around & look back at what happened. Next time someone or something opens the door to that room or those rooms in your heart, don’t turn away or run away. Stop for a moment and look back.
2. GET INTO GOD’S PRESENCE
Pull yourself away from people (even if that means escaping to the bathroom!) and bring that memory to your Heavenly Father. Tell Him what happened and how it hurts. Ecclesiastes 11:10 says, “Remove sorrow from your heart.” We remove pain by pouring out our hearts in prayer. Face your fear with the Lord by your side and ask Him to heal you.
3. DEFEAT YOUR GIANTS
People who once hurt us can become giants in our minds. There may be someone whose name makes you pull back. When you see their number flash up on your phone, your stomach turns. Your “giant” might not be a person, it could even be a place.
It’s time to face your “giant” in prayer. First, look at what used to make you turn away. If it’s a person, forgive them. Second, while you look, calmly rebuke the spirit of fear (Js 4:7) & let the enemy know you’re no longer afraid. Finally, let God’s peace fill your heart.
BROKEN POWER
I was afraid of history repeating itself until I faced my fears. I decided to never run from the past again. I brought every painful picture to Jesus and told Him how much they hurt. I asked Him to heal my heart. Memories were no longer a source of dread and denial. They now became an opportunity to get a bit more restored.
If you want to conquer fear, join our last Heart Academy course of 2023. Freedom From Fear will enable you to deal with any underlying reasons why you are afraid then take you on a journey to liberty. It will be powerful. We start on 14th November.
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Después de la muerte de nuestra hija de dos años, algunas mañanas, cuando me despertaba, me olvidaba momentáneamente de nuestra pérdida. Rápidamente volvía a la realidad cuando veía el espacio vacío en la esquina de nuestra habitación donde solía estar su monitor de escucha para bebés. Esa vista tuvo el poder de hacerme dar vueltas.
Recordaba a mi pequeña acostada mal sobre mi barriga en medio de la noche. Pensaba en mi miedo mientras su dulce cuerpo se acurrucaba cerca del mío. Pronto volvería a ese horrible lugar de pánico, sin saber qué hacer.
OBJETOS DE TEMOR
Los recuerdos pueden convertirse en objetos de pavor. Podemos tener miedo de recordar lo que pasó porque no queremos volver a sentir el dolor. Tenemos habitaciones en nuestro corazón en las que no nos atrevemos a entrar porque su contenido es demasiado doloroso.
Cuando algo abre la puerta, giramos la cara para no tener que presenciar la vista ni sentir el dolor nuevamente. Creemos que al evitar esos recuerdos, nos ayudamos a mantenernos fuertes.
El problema es que si evita sus recuerdos, estos conservan poder sobre usted y el enemigo puede usarlos para hacerlo tropezar cuando quiera. Podemos terminar teniendo el mismo miedo a los recuerdos dolorosos que a las arañas o a la humillación pública.
Puede que le vaya bien, pero si aparece alguien que le recuerda su pasado, se cierra. Tan pronto como encuentre un recordatorio de un comportamiento hiriente, los muros se levantarán. Quizás tenga miedo de que la historia se repita. Si es así, necesita ser libre. Así es cómo:
1. NO HUYA
El miedo pierde su poder cuando dejamos de correr, nos damos la vuelta y recordamos lo que pasó. La próxima vez que alguien o algo abra la puerta de esa habitación o de esas habitaciones de su corazón, no se de la vuelta ni huya. Deténgase un momento y mire hacia atrás.
2. ENTRAR EN LA PRESENCIA DE DIOS
Aléjese de la gente (¡incluso si eso significa escapar al baño!) y lleve ese recuerdo a tu Padre Celestial. Cuéntele lo que pasó y cuánto duele. Eclesiastés 11:10 dice: “Quita la tristeza de tu corazón”. Quitamos el dolor derramando nuestro corazón en oración, enfrente a su miedo con el Señor a su lado y pídale que lo sane.
3. DERROTE A SUS GIGANTES
Las personas que alguna vez nos hicieron daño pueden convertirse en gigantes en nuestra mente. Puede que haya alguien cuyo nombre le haga retroceder. Cuando vea su número aparecer en su teléfono, se le revuelve el estómago. Puede que su “gigante” no sea una persona, sino incluso un lugar.
Es hora de enfrentar a su “gigante” en oración. Primero, mire lo que solía hacerle dar la espalda. Si es una persona, perdónela. Segundo, mientras mira, reprende con calma el espíritu de temor (Stg 4:7) y hágale saber al enemigo que ya no tiene miedo. Finalmente, deje que la paz de Dios llene su corazón.
PODER ROTO
Tenía miedo de que la historia se repitiera hasta que enfrenté mis miedos. Decidí no volver a huir del pasado nunca más. Le llevé cada imagen dolorosa a Jesús y le dije cuánto dolían. Le pedí que sanara mi corazón. Los recuerdos ya no eran una fuente de temor y negación. Ahora se convirtieron en una oportunidad para recuperarse un poco más.
Si quiere vencer el miedo, únase a nuestro último curso de Heart Academy de 2023. “Freedom From Fear” (“Libre del Temor”) le permitirá lidiar con cualquier razón subyacente por la que tenga miedo y luego lo llevará en un viaje hacia la libertad. Será poderoso. Empezamos el 14 de noviembre.
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This was just what i needed to hear today as i plan to start a healing journey to free myself of painful memories