When I woke up on the days after our daughter died, I would sometimes forget the loss for a few moments. But the empty space in the corner of our bedroom where her baby listening monitor used to sit usually jolted me back to reality.
My mind would would then be swept into a series of flashbacks. I would see my little girl lying unwell on my tummy in the middle of the night, then I would remember my fear as she kept snuggling as close as she could.
I would find myself back in that horrible place of panic and despair, not knowing what to do. Soon, I would see her asleep the following morning as I went to work. I would watch myself leave the house (wishing I had stayed).
Next, I would be on the train to London and I would hear that mobile phone call with my husband and the angst in our voices. I would then get that message. Naomi had been rushed to hospital and I must leave work immediately.
I would see the corner of the meeting room where I was standing as I listened to that fateful voicemail. I got to the hospital quickly, but the rest is history. Once or twice, the memories sucked me into a paralysing sense of dread.
The Power Of Flashbacks
A flashback is a vivid recollection of a traumatic event. Certain experiences, situations or people may trigger flashbacks. These might include reminders of a trauma, such as particular smells, certain sounds, or specific places.
The screeching of brakes or the whirring of sirens might take you straight back to a terrible accident. The mention of certain people, a type of disease or specific locations could pull you into a downward spiral.
You may find things difficult on significant dates, such as the anniversary of a bad experience or a loved one’s birthday. Alternatively, there may be words that act as triggers – or even books, movies and songs.
1. Don’t Hide From The Rewind
Flashbacks are distressing so the temptation is to hide from the rewind. Our memories end up becoming objects of dread and develop a power of their own to cause anguish.
As a result, we shut away certain episodes in ‘no-go’ rooms hidden in our hearts. We dare not open the doors of those rooms because the contents are too painful. When something opens the door, we try to turn our faces away.
We think that by avoiding those memories, we are helping ourselves to recover. The truth is that if you run away from distressing memories, they gain power through your fear.
Whenever we have suffered any type of pain, there is a temptation to avoid any distressing memories. However, avoiding pain does not make it go away. It actually makes things worse.
2. Seek Your Healing
After a few months, I decided to stop running away from painful memories. Every time I was reminded of something distressing, I brought it to the Lord in prayer. I never again had a flashback & began my healing journey.
Please decide today to stop turning away from unpleasant memories. Instead, bring hidden hurts to the Lord in prayer whenever they come to mind. Tell Him what you went through and ask Him to heal your precious heart.
If you want to be free from the pain of the past so you can enjoy your life, don’t miss Healed for Life – The Virtual Encounter (Nov 19-20). God will do more than you could ask or imagine in just two days. Check it out here and book your spaces fast.
Cuando me desperté días después de la muerte de mi hija, muchas veces se me olvidaba la pérdida por unos momentos. Pero el lugar vacío en la esquina de nuestro cuarto donde se encontraba el monitor de la bebé por lo general me llevaba con fuerza de regreso a mi realidad.
Mi mente se iba a una serie de recuerdos en serie. Podía ver a mi pequeña niña acostada sobre mi barriga en el medio de la noche, y después me acordaba del temor y como ella seguía abrazándose tan fuertemente contra mí.
Me encontraba una y otra vez de regreso a ese lugar horrible de pánico y desesperación, de no saber qué hacer. Pronto, me veía a mí misma dormida en la siguiente mañana en que me iba al trabajo. Me veía salir de la casa (deseando quedarme).
Después, me veía en un tren rumbo a Londres y miraba como mi celular sonaba y era mi esposo con angustia en su voz. Después miraba los mensajes. Nohemi ha sido llevada de emergencia al hospital y yo debería dejar mi trabajo inmediatamente.
Veía la esquina del salón de conferencias donde estaba parada mientras escuchaba muy suavemente el mensaje de voz. Yo llegaba al hospital rápidamente, pero el resto de la historia… Una o dos veces, la memoria se quedaba estancada y paralizada en el sentido de amenaza.
EL PODER DE LOS RECUERDOS RECURRENTES
Un recuerdo recurrente es un recuerdo muy vivido de un evento traumático. Algunas experiencias, situaciones o personas pueden ser un detonante a estos recuerdos. Éstos pueden incluir recuerdos de trauma, algunas cosas particulares tales como olores, algunos sonidos, o lugares específicos.
El chillido de unos frenos o el sonido de sirenas pueda que te lleven de regreso al recuerdo de un terrible accidente. La mención de personas específicas, un tipo de enfermedad o lugares específicos pueden halarte en un desorden en espiral emocional.
Pueda que encuentres cosas especialmente difíciles en fechas importantes, tales como aniversarios o malas experiencias o el cumpleaños de un ser querido. Como alternativa, pueda que haya palabras que funcionan como detonantes e inclusive libros, películas y canciones.
POR FAVOR NO TE ESCONDAS DEL RETROCESO
Una memoria recurrente puede ser estresante así que la tentación de querer esconderte para no volver a esa memoria pueda que tome lugar. Nuestras memorias se pueden convertir en objetos de amenazas y se desarrollan con poder independiente que causan angustia.
Cómo resultado, entramos en encerrarnos o apartarnos de episodios específicos. Los cuartos a los que no se entran en nuestro corazón. No nos atrevemos a abrir la puerta de esos cuartos porque el contenido es demasiado doloroso. Cuándo algo abre esa puerta, tratamos de voltear nuestro rostro hacia otro lugar.
Pensamos que el evitar esas memorias, nos van ayudar a recuperarnos. La verdad es que estamos escapando de memorias estresantes, y que ellas pueden ganar poder a través del temor.
Cuando sufrimos cualquier tipo de dolor, siempre habrá una tentación de tratar de evitar esas memorias estresantes. Pero, el evitar el dolor no lo hace desaparecer, en realidad lo empeora.
CÓMO MANEJAR MEMORIAS NO GRATAS
Después de algunos meses, tomé la decisión de parar de huir de las memorias dolorosas. Cada vez que recordaba algo estresante, lo traía directamente a la presencia del Señor en oración. Y nunca jamás tuve esas memorias recurrentes y empecé a caminar en pos de mi camino a la sanidad.
Por favor decide hoy de parar de apartarte de esas memorias no gratas. En lugar de esto, trae todo dolor oculto al Señor en oración cada vez que suban a tu memoria. Dile a él que fue lo que sucedió y pídele que sane tu precioso corazón.
Si quieres ser libre y disfrutar de una vida completa, no pierdas Healed for Life— el noviembre 19 y20. Dios hará más de lo que te puedas imaginar o pedir en dos días. Regístrate aquí y toma tu lugar, los espacios se están yendo rápido.
