Serving Speaks | EL SERVIR HABLA

By 3rd September 2024 Uncategorised

Several years ago, while I was worshipping, the Lord asked me to lay down my dreams and instead to serve my husband’s vision. God asked me to give up my desires for ministry and to instead to set my heart on seeing my husband achieve his desires.

I had sensed the call of God on my life since my teenage years and ministry was the yearning of my heart. However, the Lord asked me to give it all up.

I laid down my longings and tried my best to be my husband’s helper. He was traveling a great deal so I sought to support him in whatever way I could. I’m not saying I always got it right. But for a dedicated season, that was my main ministry priority.

 

A Pattern

Moses, Saul and David were all serving someone else’s aspirations when their call came. Moses was working for his father-in-law, David was looking after his dad’s sheep and Saul was searching for his father’s lost donkeys. All three were sowing their lives into someone else’s destiny when God called them to step into their own.

We can continue. Joshua was Moses’s servant when he was called to lead, Elisha assisted Elijah before he received a prophetic mantle and Esther was following her cousin’s instructions when she was made queen.

Colossians 3:23 says: “…whatever you do, do it heartily, as to the Lord and not to men.” We are instructed to do everything with all of our hearts, not just those things that inspire us! I We may say, ‘I can’t really give it my all because my heart’s not in it’, but that’s not the way it should be for believers.

 

God Sees

Luke 16:12 says, “And if you have not been faithful in what is another man’s, who will give you what is your own?”

When we serve someone with all our hearts, God sees and takes note. Elisha was a loyal servant to Elijah until the day his master went to be with the Lord. Joshua was faithful to Moses. He even stood and waited half way up a mountain for Moses for 40 days and nights.

I will never forget my husband’s words the year my book, 30 Day Detox for your Soul, was released in America. He said, “I will put my international ministry on hold while you launch your book.”

I have not met many men who would be willing to do what he did. It still moves me to this day when I think about how much he gave up. He ended up sacrificing a great deal more than I did those years earlier.

Nonetheless, I believe that my willingness to lay things down opened the door for me to step into my purpose at the right time. I believe that serving the dreams of others is always God’s plan. How we serve when we are not inspired says a great deal to God about our hearts.

 

Our Greatest Example

Speaking about Himself, Jesus said in Matthew 20:28, “The Son of Man did not come to be served, but to serve others and to give His life…”. We are called to do the same. Often that means putting our own priorities to one side in order to work for someone else’s vision with all our soul.

It’s our hearts that determine the course of our lives. If you want God to do a deep work in your heart and life, don’t miss Free to be Me in Orlando on November 9th or Free to Succeed in London on 23rd November. These will be life changing days.

Hace varios años, mientras estaba adorando, el Señor me pidió que dejara de lado mis sueños y en su lugar sirviera a la visión de mi esposo. Dios me pidió que renunciara a mis deseos de ministerio y que en su lugar pusiera mi corazón en ver a mi esposo lograr sus deseos.

Había sentido el llamado de Dios en mi vida desde mi adolescencia y el ministerio era el anhelo de mi corazón. Sin embargo, el Señor me pidió que renunciara a todo.

Dejé mis anhelos e hice mi mejor esfuerzo para ser la ayudante de mi esposo. Él viajaba mucho, así que traté de apoyarlo en todo lo que pude. No digo que siempre lo hacía bien. Pero durante una temporada dedicada, esa fue mi principal prioridad ministerial.

 

Un Modelo

Moisés, Saúl y David estaban sirviendo las aspiraciones de otra persona cuando recibieron su llamado. Moisés estaba trabajando para su suegro, David estaba cuidando las ovejas de su padre y Saúl estaba buscando los burros perdidos de su padre. Los tres estaban sembrando sus vidas en el destino de otra persona cuando Dios los llamó a entrar en el suyo propio.

Podemos continuar. Josué era el siervo de Moisés cuando fue llamado a liderar, Eliseo ayudó a Elías antes de que recibiera un manto profético y Ester estaba siguiendo las instrucciones de su primo cuando fue nombrada reina.

Colosenses 3:23 dice: “…y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres”. Se nos instruye a hacer todo con todo nuestro corazón, ¡no solo aquellas cosas que nos inspiran! Podemos decir: “Realmente no puedo darlo todo porque no tengo el corazón puesto en ello”, pero esa no es la forma en que debería ser para los creyentes.

 

Dios Ve

Lucas 16:12 dice: “Y si en lo ajeno no habéis sido fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?”

Cuando servimos a alguien con todo nuestro corazón, Dios ve y toma nota. Eliseo fue un siervo leal de Elías hasta el día en que su amo fue a estar con el Señor. Josué fue fiel a Moisés. Incluso se paró y esperó a Moisés en la mitad de una montaña durante 40 días y 40 noches.

Nunca olvidaré las palabras de mi esposo el año en que mi libro, “30 Day Detox for your Soul” (traducción al español: “Limpirza de 30 Días Para Tu Alma”), se lanzó en Estados Unidos. Él dijo: “Pondré mi ministerio internacional en pausa mientras lanzas tu libro”.

No he conocido a muchos hombres que estarían dispuestos a hacer lo que él hizo. Todavía me conmueve pensar en cuánto renunció. Terminó sacrificando mucho más de lo que yo hice esos años antes.

Sin embargo, creo que mi disposición a dejar las cosas a un lado me abrió la puerta para entrar en mi propósito en el momento adecuado. Creo que servir los sueños de los demás siempre es el plan de Dios. La forma en que servimos cuando no estamos inspirados dice mucho a Dios sobre nuestros corazones.

 

Nuestro Mayor Ejemplo

Hablando de sí mismo, Jesús dijo en Mateo 20:28: “El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida…”. Nosotros estamos llamados a hacer lo mismo. A menudo eso significa dejar de lado nuestras propias prioridades para trabajar con toda nuestra alma por la visión de otra persona.

Es nuestro corazón el que determina el rumbo de nuestra vida. Si quieres que Dios haga una obra profunda en tu corazón y en tu vida, no te pierdas “Free to Be Me” (traducción al español: “Libre Para Ser Quien Soy”) en Orlando el 9 de noviembre o “Free to Succeed” (traducción al español: “Libre Para Ser Exitoso”) en Londres el 23 de noviembre. Serán días que cambiarán tu vida.

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