6 Signs you’ve been marked by Trauma | 6 SEÑALES DE QUE USTED HA SIDO MARCADO POR EL TRAUMA

By 7th July 2023 Uncategorised

For the best part of 30 years, I didn’t like making calls. I would text instead whenever possible. I thought it was just my personality or preference until I asked the Lord to explain.

Trauma comes in all sorts of shapes and sizes, but it affects us all. Even seemingly insignificant events can leave us shaken. More often than not, we don’t understand the damage and try to put it all behind us.

HOW HAS IT IMPACTED YOU?

Sometimes we end up with fears. Violence experienced growing up can produce anger or nervousness later in life. A distressing trip to the dentist can make you anxious in medical settings. A car crash might leave you scared of driving.

On other occasions, we adapt our routines so that we don’t have to look back at unpleasant memories. Maybe you dislike one town, feel anxious when you see a certain name flash on your phone or avoid talking to new people.

Perhaps you change the subject if someone mentions a certain season or you look away when you pass a hospital. It is staggering how many of us have fears that direct our lives.

FORGED BY PAIN

Trauma can shape personalities. Babies are not born shy. Bad experiences open the door to intimidation. A short fuse, oversensitivity, passive-aggressive tendencies, emotional detachment or harshness are often borne out of distress.

Even our preferences can be influenced by unpleasant events. You might not like hugs, going on holiday, being photographed or making calls. Perhaps you think it’s just the way you are, but aversions like these are often forged by pain.

There are many causes of trauma; from accidents, medical procedures and illnesses, to abuse, violence and unexpected loss. It is not always what you go through yourself. Sometimes it is what you witness that marks your life.

6 SIGNS YOU’RE AFFECTED BY TRAUMA

Romans 8:14 tells us that God’s children should be led by His Spirit, not shaped by trauma. The enemy wants you to bury difficult memories but the Lord wants to heal your heart so you can be free. Here are 6 signs it has affected you:

1. Loud or sudden noises cause a fright
2. Certain names flashing on your phone can make you anxious
3. You dislike particular social settings like parties, meetings or church
4. You’re a nervous passenger or driver
5. Medical settings make you anxious
6. You avoid facing certain memories

It is only when our hearts are healed that we can completely defuse trauma’s impact on our lives and be free to fulfill our purpose. It’s not always easy to face pain, but the peace and liberty on the other side are breathtaking.

After I prayed about my dislike for making calls, the Lord showed me how a seemingly insignificant trauma had marked my life. The first task I was given in my first job after graduating involved me having to make calls.

“Tell the people who answer that you’re a Ph.D. student,” my boss instructed. I felt powerless to explain how uncomfortable that would make me feel and did as I was told. Fear took hold as I told lie after lie.

By the end of that project, making calls had become associated with distress, and for the next 3 decades, I avoided calling people. As I shared the buried pain with the Lord, He healed my heart.

Today I wonder how many folks I didn’t call because of that buried pain. It’s not always the big things that affect us, sometimes it’s small but distressing experiences. Ask the Lord to reveal anything holding you back.

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Durante la mayor parte de 30 años, no me gustaba hacer llamadas telefónicas. En su lugar, enviaba mensajes de texto siempre que fuera posible. Pensaba que era solo mi personalidad o preferencia, hasta que le pedí al Señor que me explicara.

El trauma viene en todo tipo de formas y tamaños, pero nos afecta a todos. Incluso los eventos aparentemente insignificantes pueden dejarnos conmocionados. La mayoría de las veces, no entendemos el daño y tratamos de dejarlo todo atrás.

¿CÓMO LE HA IMPACTADO?

A veces terminamos con miedos. La violencia experimentada al crecer puede producir ira o nerviosismo más adelante en la vida. Un viaje angustioso al dentista puede generarle ansiedad en los entornos médicos. Un accidente automovilístico puede dejarlo con miedo de conducir.

En otras ocasiones, adaptamos nuestras rutinas para no tener que mirar hacia atrás a los recuerdos desagradables. Tal vez no le gusta una ciudad, se siente ansioso cuando ve un cierto nombre parpadear en su teléfono o evita hablar con gente nueva.

Quizás cambie de tema si alguien menciona un determinado periodo de su vida, o aparta la mirada cuando pasa por un hospital. Es asombroso cuántos de nosotros tenemos miedos que dirigen nuestras vidas.

FORJADO POR EL DOLOR

El trauma puede moldear personalidades. Los bebés no nacen tímidos. Las malas experiencias abren la puerta a la intimidación. Una mecha corta, hipersensibilidad, tendencias pasivo-agresivas, desapego emocional o aspereza a menudo surgen de la angustia.

Incluso nuestras preferencias pueden verse influenciadas por eventos desagradables. Puede que no le gusten los abrazos, irse de vacaciones, que le fotografíen, o hacer llamadas. Tal vez piense que es solo su forma de ser, pero aversiones como estas suelen estar forjadas por el dolor.

Hay muchas causas de trauma; desde accidentes, procedimientos médicos y enfermedades, hasta abuso, violencia y pérdidas inesperadas. No siempre es lo que pasa por si mismo. A veces es lo que usted presencia lo que marca su vida.

6 SEÑALES DE QUE ESTÁ AFECTADO POR TRAUMA

Romanos 8:14 nos dice que los hijos de Dios deben ser guiados por Su Espíritu, no formados por traumas. El enemigo quiere que entierre los recuerdos difíciles pero el Señor quiere sanar su corazón para que pueda ser libre. Aquí hay 6 señales de que usted se ha afectado:

1. Los ruidos fuertes o repentinos provocan susto
2. Ciertos nombres que parpadean en su teléfono pueden ponerlo ansioso
3. No le gustan los entornos sociales particulares como fiestas, reuniones o la iglesia
4. Es un pasajero o conductor nervioso
5. Los entornos médicos le ponen ansioso
6. Evita enfrentarse a ciertos recuerdos

Solo cuando nuestros corazones se sanan podemos desactivar por completo el impacto del trauma en nuestras vidas y ser libres para cumplir nuestro propósito. No siempre es fácil enfrentar el dolor, pero la paz y la libertad del otro lado son impresionantes.

Después de orar por mi disgusto por hacer llamadas, el Señor me mostró cómo un trauma aparentemente insignificante había marcado mi vida. La primera tarea que me dieron en mi primer trabajo después de graduarme implicaba hacer llamadas.

“Dile a las personas que contesten que eres estudiante de doctorado”, instruyó mi jefe. Me sentí impotente para explicar lo incómodo que eso me haría sentir e hice lo que me dijeron. El miedo se apoderó de mí mientras decía mentira tras mentira.

Al final de ese proyecto, hacer llamadas se había asociado con angustia y durante las siguientes 3 décadas, evité llamar a la gente. Mientras compartí el dolor enterrado con el Señor, Él sanó mi corazón.

Hoy me pregunto a cuántas personas no llamé por ese dolor enterrado. No siempre son las cosas grandes las que nos afectan, a veces son experiencias pequeñas pero angustiosas. Pídale al Señor que le revele cualquier cosa que lo detenga.

Si quiere que Dios exponga cualquier dolor enterrado que influya en su vida, únase a nuestro nuevo curso de Heart Academy “Sanidad del Trauma.” Dios lo llevará en una jornada que le abrirá los ojos y afirmará su vida hacia la libertad.

 

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