The spirit of heaviness wants to worm its way into your life and weigh you down. It’s like having a cloak covering your heart. Sighing deeply is normal when heaviness lingers.
But just as a fish needs water to live, you were made to thrive in an atmosphere of lightness and joy. When your heart is heavy, it saps your strength. Daily life is hard and discouragement is common.
Weighed Down
Psalms 119:28 explains the impact: “My soul melts from heaviness…” When you are weighed down inside, it is hard to rise up in faith. It’s like wading through treacle. That’s not what God wants for you.
To be free from this awful hindrance, we need to address heart issues that open the door. We will look at two reasons the spirit of heaviness descends:
- Hurts
When people are cruel, it can be very painful. Psalms 69:20 says, “Reproach has broken my heart, and I am full of heaviness…” Reproach means insults or mockery. It results in us feeling exposed or ashamed.
If you have unresolved pain buried inside, it will probably be weighing you down. Although you can ignore the hurts, they will still impact your life, maybe even on a daily basis.
- Grief
When you are separated from someone you love or if you go through a devastating disappointment, it causes grief. Isaiah 24:16b says, “… my heart is heavy with grief… I wither away…”
Grief causes sadness that often sinks to the bottom of your soul. It often creates a sense of hopelessness because we can’t reverse what has happened.
Don’t forget that the spirit of heaviness causes even a strong soul to melt. It drains strength and opens the door to discouragement. God wants you to be free. The first step is to receive your healing.
The Way Out
Psalms 147:3 says, “He heals the brokenhearted and binds up their wounds [curing their pains and their sorrows].” There is no pain or grief that God cannot heal. He wants to reach into the depths of your heart and take your pain away.
If you often feel weighed down, ask the Lord to reveal any unresolved pain. When He shows you hidden hurts, tell Him what you went through and how it made you feel. Turn your pain into a prayer and ask Him to heal your heart.
If you often feel weighed down or if you have a sadness inside, register for The Virtual Encounter this July. The Holy Spirit will shine His light into the depths of your heart and heal hidden hurts. You will leave feeling free, light and full of joy.
El espíritu de pesadez quiere colarse en su vida y agobiarlo. Es como tener un manto que cubre su corazón. Suspirar Si le gustó este blog, haga clic aquí (desde el correo electrónico de MailChimp) y presione el botón del corazón. ¡Gracias!
profundamente es normal cuando persiste la pesadez.
Pero así como un pez necesita agua para vivir, usted fue creado para prosperar en una atmósfera de ligereza y gozo. Cuando su corazón está pesado, mine sus fuerzas. La vida diaria es difícil y el desánimo es común.
Agobiado
Salmo 119:28 explica el impacto: “Mi alma se derrite por la pesadez…”. Cuando está agobiado por dentro, es difícil levantarse en la fe. Es como atravesar melaza. Eso no es lo que Dios quiere para usted.
Para liberarnos de este terrible obstáculo, debemos abordar los problemas del corazón que abren la puerta para la pesadez. Veremos dos razones por las que desciende el espíritu de pesadez:
- El Dolor
Cuando la gente es cruel, puede resultar muy doloroso. Salmo 69:20 dice: “El oprobio ha quebrantado mi corazón, y estoy lleno de tristeza…”. El oprobio significa insultos o burla. Esto hace que nos sintamos expuestos o avergonzados.
Si tiene un dolor no resuelto enterrado en su interior, probablemente le agobiará. Aunque usted pueda ignorar las heridas, seguirán impactando su vida, tal vez incluso a diario.
- La Pena
Cuando está separado de alguien que ama o si pasa por una decepción devastadora, le causa dolor. Isaías 24:16b dice: “… mi corazón está cargado de tristeza… me marchito…”.
El duelo provoca una tristeza que muchas veces se hunde hasta el fondo del alma. A menudo crea una sensación de desesperanza porque no podemos revertir lo sucedido.
No olvide que el espíritu de pesadez hace que incluso un alma fuerte se derrita. Drena las fuerzas y abre la puerta al desánimo. Dios quiere que usted sea libre. El primer paso es recibir su sanidad.
El Camino de Salida
Salmo 147:3 dice: “Él sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas [sanando sus dolores y tristezas]”. No hay dolor o pena que Dios no pueda sanar. Él quiere llegar a lo más profundo de su corazón y quitarle el dolor.
Si a menudo se siente abrumado, pídale al Señor que le revele cualquier dolor no resuelto. Cuando Él le muestre heridas ocultas, cuéntele por lo que pasó y cómo lo hizo sentir. Convierta su dolor en una oración y pídale que sane su corazón.
Si a menudo se siente abrumado o si tiene tristeza por dentro, regístrese para “El Encuentro Virtual” este julio. El Espíritu Santo hará brillar Su luz en lo más profundo de su corazón y sanará heridas ocultas. Saldrá sintiéndose libre, ligero y lleno de gozo.