Why You Need To Stop Putting Yourself Down | POR QUÉ DEBES DEJAR DE MENOSPRECIOSARTE

By 30th October 2024 Uncategorised

Do you look at the achievements of others and feel like you’re not enough? “He is way better than me.” “I’ll never be as successful as her.” “I feel like a failure compared to him.” Do you ever think thoughts like those?

Maybe you hear about a friend’s promotion and try to change the topic of conversation. It could be a co-worker’s house or even family that makes you look at your life and cringe.

 

The Problem With Putting Yourself Down

Your view of yourself places an invisible ceiling over your potential. However hard you try, however much you pray, if you feel inferior to the people around you, you will probably struggle to make lasting progress.

Proverbs 23:7 says, “For as he thinks in his heart, so is he…” This verse explains that your deep seated thoughts about yourself affect the way you live your life.

Wonderful opportunities may knock at your door, but if you think others are better than you, you could eventually find yourself back where you started. Your success is connected to the wellbeing of your soul (see 3 John 2).

 

The Invisible Border

A sense of inadequacy creates a boundary that is almost impossible to cross. The enemy wants you to feel like a fraud. He wants you to battle with ‘imposter syndrome’. But putting yourself down squashes your self-worth.

Social media can make life tough. Five minutes of browsing can bombard you with everyone else’s accomplishments making you painfully aware of your inadequacies.

Perhaps the workplace is difficult for you. When your colleague gains recognition, it might make you feel small. You could struggle at church. You look around and assume that everyone else is more spiritual or knowledgeable.

 

The Truth

You were individually designed by the Master Potter, then He threw away the blueprint. No-one else thinks like you, no-one else feels what you do. You are one of a kind. There are no two people in the world who are identical.

There are no duplicates, and there never will be. So, comparing yourself with someone who is different makes no sense. And yet it is a cruel trap that prevents many from fulfilling their purpose.

Comparison can make you question your worth, but that’s not all. A friend’s promotion could make you feel like a failure. Your brother’s business taking off may make you embarrassed of your slow start.

Hearing about the rapid growth of a church down the road could make you think that your ministry is inferior. Comparison can also lead to anger, self-pity, and jealousy. That’s why the enemy wants you to compare yourself.

2 Cor 10:12 says: “For we dare not class ourselves or compare ourselves with those who commend themselves. But they, measuring themselves by themselves, and comparing themselves among themselves, are not wise.”

 

Why Do I Do That?

It’s hard to break a habit that is rooted in old hurts. But when you allow the Lord to deal with the reasons why you feel small, He will restore you deep down. Afterwards, it will be much easier to keep your eyes on your own journey.

If you often feel that others are better than you, ask the Lord to show you where this sense of inadequacy came from. Was it a teacher? A sibling? A parent? The Lord wants to heal hurts that made you believe that you are less than others.

When He reveals the reasons, talk to Him in prayer about what you went through, then ask Him to restore your soul. When you know your worth, it’s much easier to change the way you think.

If you often feel inferior or doubt yourself, come to Free To Be Me Orlando (November 9th) or Free to Succeed London (23rd November). The Holy Spirit will heal hidden hurts that have been holding you back in life so that you can fulfill your true potential. Check all our events out here.

¿Miras los logros de los demás y sientes que no eres suficiente? “Él es mucho mejor que yo”. “Nunca tendré tanto éxito como ella”. “Me siento un fracaso comparado con él”. ¿Alguna vez piensas en cosas así?

Tal vez te enteras de que un amigo fue ascendido y tratas de cambiar de tema de conversación. Puede ser la casa de un compañero de trabajo o incluso la familia lo que te hace mirar tu vida y sentir vergüenza ajena.

 

El Problema de Menospreciarte a Ti Mismo

Tu visión de ti mismo pone un techo invisible sobre tu potencial. Por mucho que te esfuerces, por mucho que ores, si te sientes inferior a las personas que te rodean, probablemente lucharás para lograr un progreso duradero.

Proverbios 23:7 dice: “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él…” Este versículo explica que tus pensamientos profundos sobre ti mismo afectan la forma en que vives tu vida.

Es posible que hayan oportunidades maravillosas llamando a tu puerta, pero si crees que los demás son mejores que tú, es posible que, con el tiempo, vuelvas a encontrarte en el punto de partida. Tu éxito está relacionado con el bienestar de tu alma (ver 3 Juan 2).

 

La Frontera Invisible

La sensación de incompetencia crea una frontera que es casi imposible de cruzar. El enemigo quiere que te sientas un fraude. Quiere que luches contra el “síndrome del impostor”. Pero menospreciarte a ti mismo aplasta tu autoestima.

Las redes sociales pueden hacer que la vida sea difícil. Cinco minutos de navegación pueden bombardearte con los logros de los demás, lo que te hará tomar conciencia dolorosamente de tus incompetencias.

Tal vez el lugar de trabajo es difícil para ti. Cuando tu colega gana reconocimiento, puede que te sientas pequeño. Puede que tengas dificultades en la iglesia. Miras a tu alrededor y supones que todos los demás son más espirituales o tienen más conocimientos.

 

La Verdad

Fuiste diseñado individualmente por el Maestro Alfarero, luego Él tiró el plano a la basura. Nadie más piensa como tú, nadie más siente lo que tú sientes. Eres único. No hay dos personas en el mundo que sean idénticas.

No hay duplicados, y nunca los habrá. Por lo tanto, compararse con alguien que es diferente no tiene sentido. Y, sin embargo, es una trampa cruel que impide a muchos cumplir su propósito.

La comparación puede hacer que cuestiones tu valor, pero eso no es todo. El ascenso de un amigo puede hacerte sentir un fracaso. El despegue del negocio de tu hermano puede hacerte sentir avergonzado por tu lento comienzo.

Escuchar acerca del rápido crecimiento de una iglesia cercana puede hacerte pensar que tu ministerio es inferior. La comparación también puede llevarte a la ira, la autocompasión y los celos. Es por eso que el enemigo quiere que te compares.

2 Corintios 10:12 dice: “Porque no nos atrevemos a contarnos ni a compararnos con algunos que se alaban a sí mismos. Pero ellos, midiéndose a sí mismos por sí mismos y comparándose consigo mismos, no son sabios”.

 

¿Por Qué Hago Eso?

Es difícil romper un hábito que tiene sus raíces en viejas heridas. Pero cuando permites que el Señor se ocupe de las razones por las que te sientes pequeño, Él te restaurará en lo más profundo. Después, será mucho más fácil mantener la vista puesta en tu propio camino.

Si a menudo sientes que los demás son mejores que tú, pídele al Señor que te muestre de dónde proviene esa sensación de incompetencia. ¿Fue un maestro? ¿Un hermano? ¿Un padre? El Señor quiere sanar las heridas que te hicieron creer que eres menos que los demás.

Cuando Él te revele las razones, habla con Él en oración sobre lo que pasaste y luego pídele que restaure tu alma. Cuando sabes lo que vales, es mucho más fácil cambiar tu forma de pensar.

Si a menudo te sientes inferior o dudas de ti mismo, ven a “Free To Be Me” (“Libre Para Ser Quien Soy”) en Orlando el 9 de noviembre o “Free to Succeed” (“Libre Para Triunfar”) en Londres el 23 de noviembre. El Espíritu Santo sanará las heridas ocultas que te han estado frenando en la vida para que puedas alcanzar tu verdadero potencial. Echa un vistazo a estos eventos aqui.

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