If you’ve heard of Absalom in the Bible, you probably have a dim view of him. But let me share his story from a different perspective.
A gifted young man with a great destiny, Absalom was King David’s third son and his mother was the king’s third wife. Let’s stop there for a moment. Can you imagine what it must have been like knowing your dad picked up a new wife in nearly every city?
For these reasons, family was probably not a happy experience for Absalom. David was celebrated by the people, but he was not a great husband or father. That alone must have created tension.
The Apple of Absalom’s Eye
Despite this, there was one person who meant the world to Absalom and that was his sister Tamar. So you can imagine the horror he must have felt when his eldest brother raped his precious little sister.
Absalom’s eyes must have been firmly fixed on his father. Surely David would hold his firstborn to account and defend his daughter? But the king did nothing. The sense of injustice must have been terrible.
Eventually, Absalom took matters into his own hands. He made his brother pay for his crime, then Absalom quickly left Jerusalem in case his dad came after him. Absalom was gone three years before David sent a servant to bring his son back to Jerusalem.
Rejected Again
I’m sure the young man hoped for some kind of restoration, but instead all he experienced was rejection. Once back at home, David refused to see his son for two whole years. When the king eventually felt ready to forgive his son, it was too late. Absalom despised his father.
He ended up leading an attempted coup and committed treason. Absalom tried to destroy his dad and ended up destroying himself. To me the saddest verse about Absalom describes the way he died:
“Absalom rode on a mule. The mule went under the thick boughs of a great terebinth tree and his head caught in the terebinth; so he was left hanging between heaven & earth.” 2 Samuel 18:9
The Destiny Killer
What went on in Absalom’s heart that led to such a devastating end? I believe that he judged his dad over and over again. Injustice turned this young man with a bright future into a judge.
Judgement is when I come to the conclusion, not just that what a person has done it wrong, but that they are wrong. This kind of judgement leads to condemnation. Because they are wrong, I conclude that they are somehow stained by their transgressions and therefore not fit to serve. When we judge and condemn, it makes us feel justified in attacking.
Who Are You To Judge?
But Romans 14:4 warns us that it is never our place to stand as judge: “Who are you to judge another’s servant? To his own master he stands or falls. Indeed, he will be made to stand, for God is able to make him stand.”
Gods desire is always to restore you and me after we mess up. And that is His heart for everyone. When we judge, we step into the office reserved for God alone. Only He knows hearts and motives.
The Temptation To Harden
When you get hurt, you have three choices. You can either hide the pain, you can harden in anger, or you can heal. If you’ve suffered injustice, the devil will tempt you to judge those who hurt you. He wants your heart to be hard.
Please climb down from that place. Leave judgement to our righteous God and instead ask the Lord to heal your precious heart. Tell Him how you have suffered, pour out your pain in His presence and maintain a tender heart. If you’re in the UK and you want the Lord to do a deep work within, book for The Virtual Encounter before booking closes tomorrow.
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Has escuchado de Absalón en la biblia, probablemente tienes una visión oscura. Pero permíteme compartir la historia desde una perspectiva diferente.
Un joven con gran destino y dotado, Absalón era el hijo tercero de David y su mamá era la tercera esposa del rey. Vemos por un momento. Te puedes imaginar cómo habríasido para el saber que su papá había escogido una esposa nueva en cada ciudad?
Por estas razones, la familia no era una experiencia feliz para Absalón, David era celebrado por la gente, pero él no era un buen esposo o padre. Eso solamente creaba tensión a grande escala.
La niña de los ojos de Absalón.
A pesar de esto, había una persona que significaba todo para Absalón. Así que te puedes imaginar el horror el sentir al enterarse de qué su hermano mayor había violado a su preciosa hermanita.
En los ojos de Absalón era un asunto de familia que el papá tenía que arreglar. Definitivamente que David tenía que hacer pagar a su hijo mayor en defensa de su hija! Pero el rey no hizo nada. El sentimiento de injusticia eraterrible.
Eventualmente, Absalón tomó el problema en sus manos. Hizo que su hermano pagara por el crimen, después Absalón se fue a Jerusalén por si su papá vendría en contra de él. Absalón había pasado ya por tres años anteriormente en donde David había enviado a su siervo.
Rechazo otra vez.
Este joven esperaba el mismo nivel de restauración, pero en lugar de esto experimentó rechazo. Una vez en casa, David rehusó ver a su hijo por dos años. Cuando ya el rey sintió que quería perdonar a su hijo, era muy tarde, Absalón estaba odiando a su papá.
El término liderando un atentado y cometió traición. De destruir a su padre y terminó destruyéndose asimismo. Para mí uno de los tres versos más tristes acerca de Absalón es cuando describen como él muere:
“Y se encontró Absalón con los siervos de David; e iba Absalón sobre un mulo, y el mulo entró por debajo de las ramas espesas de una gran encina, y se le enredó la cabeza en la encina, y Absalón quedó suspendido entre el cielo y la tierra; y el mulo en que iba pasó delante.”
Asesino de destino.
Lo que sucedió en el corazón de Absalón le dio a mucha devastación al final? Creo que el juzgo a su papá una y otra vez. La injusticia cambió a este joven de futuro brillante a juicio.
Juicio es cuando yo llego a una conclusión, no solamente a lo que la persona hizo mal, pero lo malo que hicieron. Éste tipo de juicio lleva a condenación. Porque ellos están mal, yo concluyo que ellos están manchados por su transgresión por eso no merecen servir. Cuando juzgamos y condenamos, nos hace sentir justificados para atacar.
Quién eres tú para juzgar?
Pero Romanos 14:4 nos advierte que no es nuestro lugar de pararnos y juzgar: “¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme.”
El deseo de Dios es de restaurarle a usted y a mí después que nos equivocamos. Ese es el corazón de él para todos. Cuando juzgamos, entramos a una oficina que está reservada sólo para Dios. Sólo él conoce al corazón y sus motivos.
La tentación de endurecerse.
Cuando estas herido, tienes tres opciones. Puedes esconder el dolor, puedes endurecerte en enojo, o te puede sanar. Si has sufrido injusticia el enemigo te va a tentar para que juzgues a esos que te hirieron. El quiere que tu corazón se endurezca.
Por favor escala de ese lugar. Deja el juicio a la justificación de Dios y en lugar de eso pídele al señor que sane tu corazón. Cuéntale como has sufrido, vierta tu dolor en la presencia y mantén tu corazón tierno.
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