“Benjy has been hit by a car,” the caller continued, “He’s in an ambulance on his way to hospital.” Thrown over the hood and onto the road, although my 7yr old son seemed to have escaped major injury, he had to be assessed for any lasting damage.
The news came like a punch in the guts, my heart raced as threatening thoughts invaded my mind. I was a mess during the hour long drive to the hospital.
How do you react when fear or anxiety attack?
2. DO YOU BEND?
If you’re a nervous passenger, you may find yourself grabbing the seat or calling the driver to attention. If you see the school number flash on your phone, you could panic. Perhaps you’re afraid of spiders or wasps and you scream or run.
When we listen to the whispers of the enemy and react in fright, then we are doing what fear says. We are allowing fear to control our reactions. We are bending our knee to the devil’s threats.
2. DO YOU BIND?
Perhaps you recognize that the enemy is the one trying to intimidate you, so you jump into warfare mode and bind the devil. If you’re feeling afraid of an exam, an animal or even a person, you may turn your face away and bind the spirit of fear.
It’s right to resist the devil, but it shouldn’t always be our first response. Stay with me while I explain. John 14:1 says, “Do not let ur hearts be troubled.” The Passion puts it this way, “Don’t worry or surrender to your fear…”
This verse makes something clear. Fear is often a choice. It may feel like a reflex reaction, but more often than not, it is a controllable reflex. If we apply ourselves, we can avoid fear altogether.
PLAN A
58 times the Bible says, “Do not be afraid.” In the New Testament, on 27 separate occasions we are told not to be afraid or not to fear. Only 4 times, we are commanded to bind or resist.
Before we bind, we need to dismiss fear. We can control our behavior and take back our reactions. If you’re afraid of spiders, next time you see one, calm down and remind yourself that God (who is way bigger than spiders) is with you.
If you usually jump when a certain number flashes on your phone, choose to keep your peace. Don’t allow threatening thoughts to dominate and call back calmly. Many times, there isn’t even a crisis! And if there is an emergency, God needs our faith not fear.
HE IS WITH YOU
Even in a storm, God commands us to refuse feelings of fear because He is with us. It doesn’t say we should panic and then bind fear, it says: “When I walk through the darkest valley, I will not be afraid, for you are with me.” (Psalm 23:4)
A few months after Benjy’s first accident, I received another ominous call: “Jo, I’m so sorry,” my friend continued, “Benjy has been hit by a car.” I couldn’t believe it was happening again, but this time, I took hold of my emotions.
I calmly asked for more information. This time around, I controlled the fear reflex and engaged my faith. Thank God my son was not badly hurt – I picked him up and quickly taught him about road safety!
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“A Benji lo golpeó un carro.“ El que llamó continúa, “él está en una ambulancia rumbo al hospital.“ Lo lanzaron por encima del capó hacia el camino, aunque mi hijo de siete años parecía que no le había sucedido ninguna herida profunda, él estaba siendo evaluado por si había algún daño a largo plazo.
La noticia llegó como un puñetazo en el estómago, mi corazón empezó a latir fuertemente frente a toda la amenaza que invadía mi mente. Yo era todo un desorden y las horas de manejo hacia el hospital fueron eternas.
Cómo reaccionas cuando la ansiedad y el temor te atacan?
Si eres un pasajero nervioso, te puedes encontrar a ti mismo agarrándote de la silla ahorita ando llamando la atención del que maneja. Si el número de la escuela de tu hijo sale en tu teléfono en una llamada, entras en pánico. Quizás le tienes miedo a las arañas o a las avispas y gritas o corres.
Cuándo escuchamos el susurro del enemigo y reaccionamos en temor entonces estamos haciendo lo que el temor dice. Le estamos permitiendo al temor que controle nuestras reacciones. Nosotros estamos doblando nuestras rodillas ante las amenazas del diablo.
Quizás usted ya reconoce al enemigo que está tratando de intimidarle, y usted salta en guerra espiritual y empieza a matar al diablo. Si usted se siente atemorizado por un examen, un animal o inclusive una persona, usted tiene que voltear su cara hacia el otro lado y tiene que atacar al espíritu de temor.
Es correcto que resistas al diablo, pero no siempre debe de ser tu primera respuesta. Permítame quedarse un minuto conmigo y le explico, Juan 14:1 dice, “no se turbe vuestro corazón.” La versión pasión lo dice de esta manera, “no te preocupes o te rindas ante tu temor … “
Éste versículo hace algo muy claro. El temor es una opción. Puede que se sienta como una reacción de reflejo, pero muchas otras veces no, es un reflejo que se puede controlar. Si nosotros lo aplicamos, nosotros podemos evitar totalmente el temor.
PLAN A
58 veces la Biblia dice, “no temas.“ En el nuevo testamento, en 27 ocasiones se nos dijo que no tuviéramos miedo o que no temamos. Sólo 4 veces, se nos comandó a que atáramos o resistiéramos.
Antes de decidir que hacer, necesitamos hacer a un lado el temor. Nosotros podemos controlar nuestro comportamiento y retomar nuestras reacciones. Si usted tiene temor a las arañas, la próxima vez que vea una, cálmese y recuérdese a usted mismo que Dios (quien es más grande que las arañas) está contigo.
Si usted usualmente salta cuando ve un número particular en su teléfono en una llamada, usted debe escoger mantener su paz. No le permita a las amenazas en sus pensamientos que dominen y cálmese y devuelva la llamada. Muchas veces, ni siquiera es una crisis! Y si hay una emergencia, Dios necesita nuestra fe no nuestro temor.
ÉL ESTÁ CONTIGO
Aún en la tormenta, Dios nos comanda a que rehusemos nuestro sentimiento de temor porque él está con nosotros. No dice que debemos entrar en pánico y atar el temor, dice: “cuando pase por el valle de sombra o de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo.” (salmo 23:4)
Unos meses después del accidente de Benji, recibí otra llamada: “Jo, lo siento,“ mi amiga continúa, “a Benji lo golpeó un carro.“ No podía creer que estaba sucediendo otra vez, pero esta vez, yo tome control de mis emociones.
Le pregunté de forma calmada más información. En esta vez, controle el reflejo de temor y active mi fe. Gracias a Dios mi hijo no estaba gravemente herido – lo recogí y rápidamente entendí que tenía que enseñarle como cruzar la calle con seguridad!
Si te gustaría prepararte para tu propósito y crecer en tu relación con Dios, te animo a que te unas a mi Red De mentoria. Los testimonios de aquellos que ya se han agregado en este año en este viaje son verdaderamente maravillosos.
