When trust is broken, it can be devastating. It leaves us reeling with disappointment and feeling disillusioned. It can rock our view of friends, family, leaders and even churches.
If one or two teachers mislead us, all too easily we mistrust educators in general. If a prayer partner lets you down, you can end up suspicious of all Christians.
BETRAYAL
Betrayal is possibly the worst kind of broken trust. It is when we are forsaken by someone we believed in. It is a violation of confidence and often involves disloyalty.
It changes our view of people and the world around us. When we are betrayed, utter disbelief shatters something on the inside. It makes us want to retreat and build walls to protect ourselves.
Many years ago, some leaders we trusted nearly split our church. My husband Paul and I were devastated. As the dust settled weeks later, Paul asked me how I was. I clearly remember my reply:
“I feel like I have been marched to the front of our church, stripped of my dignity and paraded on the platform in front of the people.” That’s what betrayal can feel like.
INEVITABLE
The uncomfortable truth is that we will all experience betrayal’s pain at some point or other. In fact, Jesus warned that it is inevitable:
“Now brother will betray brother… and a father his child; and children will rise up against parents…” Mark 13:12
I don’t know what you have gone through or who has let you down. I do know that you have probably experienced broken trust in your life. And it may have affected the way you relate to people.
The enemy wants us to become guarded and wary as a result of life’s difficulties. God wants us to grow more like Him. So how can we come out the other side better and not bitter?
- POUR OUT THE PAIN
Betrayal hurts. That’s why we need the Healer. Let’s learn to go to God with our hurts as soon as they happen.
After I shared my pain with my husband, I got into the presence of the Lord and told Him that I hurt. I cried in His presence as He released His healing love. I left my prayer closet refreshed. The road ahead was not going to be easy but I was ready to serve again.
- TRUST (GOD) AGAIN
Again and again, in the Psalms, we see David declaring to the Lord, “I put my trust in You.” When folk forsook him and his co-leaders let him down, he got his heart healed and then chose to trust God again.
Trust is a choice. We must learn from the past but it’s better to grow in wisdom than wariness. Once your heart is healed, I encourage you to declare, “Lord, I put my trust in You!” When we trust God, we can choose to trust others, safe in the knowledge that our lives are in His hands.
If you have been disappointed by people you trusted, I encourage you to join our new course Handling Betrayal. We will go on a journey to healing and freedom. Out the other side, you will feel confident and free. You will have the tools to make wise decisions.
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Cuando se rompe la confianza, puede ser devastador. Nos deja tambaleándonos con decepción y sintiéndonos desilusionados. Puede sacudir nuestra visión de amigos, familiares, líderes e incluso iglesias.
Si uno o dos maestros nos engañan, con demasiada facilidad desconfiamos de los educadores en general. Si un compañero de oración lo decepciona, puede terminar sospechando de todos los cristianos.
TRAICIÓN
La traición es posiblemente la peor tipo de confianza rota. Es cuando somos abandonados por alguien en quien creíamos. Es una violación de la confianza y muchas veces implica deslealtad.
Cambia nuestra visión de las personas y del mundo que nos rodea. Cuando somos traicionados, la incredulidad absoluta rompe algo en el interior. Nos hace querer retirarnos y construir muros para protegernos.
Hace muchos años, algunos líderes en los que confiábamos casi dividen nuestra iglesia. Mi esposo Paul y yo estábamos devastados. Cuando el polvo se asentó semanas después, Paul me preguntó cómo estaba. Recuerdo claramente mi respuesta:
“Siento que me han llevado al frente de nuestra iglesia, me han despojado de mi dignidad y me han hecho desfilar en la plataforma frente a la gente”. Así es como se puede sentir la traición.
INEVITABLE
La incómoda verdad es que todos experimentaremos el dolor de la traición en algún momento u otro. De hecho, Jesús advirtió que es inevitable:
“Ahora el hermano entregará al hermano… y el padre a su hijo; y los hijos se levantarán contra los padres…” Marcos 13:12
No sé por lo que usted ha pasado o quién lo ha defraudado. Sé que probablemente haya experimentado una pérdida de confianza en su vida. Y puede haber afectado la forma en que se relaciona con las personas.
El enemigo quiere que nos volvamos cautelosos como resultado de las dificultades de la vida. Dios quiere que crezcamos más como Él. Entonces, ¿cómo podemos salir del otro lado mejor y no amargados?
1. DERRAMAR EL DOLOR
La traición duele. Por eso necesitamos al Sanador. Aprendamos a acudir a Dios con nuestras heridas en cuanto sucedan.
Después de compartir mi dolor con mi esposo, llegué a la presencia del Señor y le dije que me dolía. Lloré en Su presencia mientras Él liberaba Su amor sanador. Dejé mi cuarto de oración renovada. El camino por delante no iba a ser fácil, pero estaba lista para servir de nuevo.
2. CONFIAR (EN DIOS) OTRA VEZ
Una y otra vez en los salmos, vemos a David declarando al Señor: “En Ti confío”. Cuando la gente lo abandonó y sus co-líderes lo defraudaron, sanó su corazón y luego eligió confiar en Dios nuevamente.
La confianza es una elección. Debemos aprender del pasado pero es mejor crecer en sabiduría que en cautela. Una vez que su corazón haya sanado, le animo a declarar: “¡Señor, en Ti confío!” Cuando confiamos en Dios, podemos elegir confiar en los demás, con la certeza de que nuestras vidas están en Sus manos.
Si lo han decepcionado personas en las que confiaba, le animo a que se una a nuestro nuevo curso “Handling Betrayal” (“Tratando Con la Traición”). Vamos a emprender un camino hacia la sanación y la libertad. Cuando lleguemos al otro lado, se sentirá confiado y libre. Tendrá las herramientas para tomar decisiones acertadas.
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Cuando se rompe la confianza, puede ser devastador. Nos deja tambaleándonos con decepción y sintiéndonos desilusionados. Puede sacudir nuestra visión de amigos, familiares, líderes e incluso iglesias.Si uno o dos maestros nos engañan, con demasiada facilidad desconfiamos de los educadores en general. Si un compañero de oración lo decepciona, puede terminar sospechando de todos los cristianos.
TRAICIÓN
La traición es posiblemente la peor tipo de confianza rota. Es cuando somos abandonados por alguien en quien creíamos. Es una violación de la confianza y muchas veces implica deslealtad.
Cambia nuestra visión de las personas y del mundo que nos rodea. Cuando somos traicionados, la incredulidad absoluta rompe algo en el interior. Nos hace querer retirarnos y construir muros para protegernos.
Hace muchos años, algunos líderes en los que confiábamos casi dividen nuestra iglesia. Mi esposo Paul y yo estábamos devastados. Cuando el polvo se asentó semanas después, Paul me preguntó cómo estaba. Recuerdo claramente mi respuesta:
“Siento que me han llevado al frente de nuestra iglesia, me han despojado de mi dignidad y me han hecho desfilar en la plataforma frente a la gente”. Así es como se puede sentir la traición.
INEVITABLE
La incómoda verdad es que todos experimentaremos el dolor de la traición en algún momento u otro. De hecho, Jesús advirtió que es inevitable:
“Ahora el hermano entregará al hermano… y el padre a su hijo; y los hijos se levantarán contra los padres…” Marcos 13:12
No sé por lo que usted ha pasado o quién lo ha defraudado. Sé que probablemente haya experimentado una pérdida de confianza en su vida. Y puede haber afectado la forma en que se relaciona con las personas.
El enemigo quiere que nos volvamos cautelosos como resultado de las dificultades de la vida. Dios quiere que crezcamos más como Él. Entonces, ¿cómo podemos salir del otro lado mejor y no amargados?
1. DERRAMAR EL DOLOR
La traición duele. Por eso necesitamos al Sanador. Aprendamos a acudir a Dios con nuestras heridas en cuanto sucedan.
Después de compartir mi dolor con mi esposo, llegué a la presencia del Señor y le dije que me dolía. Lloré en Su presencia mientras Él liberaba Su amor sanador. Dejé mi cuarto de oración renovada. El camino por delante no iba a ser fácil, pero estaba lista para servir de nuevo.
2. CONFIAR (EN DIOS) OTRA VEZ
Una y otra vez en los salmos, vemos a David declarando al Señor: “En Ti confío”. Cuando la gente lo abandonó y sus co-líderes lo defraudaron, sanó su corazón y luego eligió confiar en Dios nuevamente.
La confianza es una elección. Debemos aprender del pasado pero es mejor crecer en sabiduría que en cautela. Una vez que su corazón haya sanado, le animo a declarar: “¡Señor, en Ti confío!” Cuando confiamos en Dios, podemos elegir confiar en los demás, con la certeza de que nuestras vidas están en Sus manos.
Si lo han decepcionado personas en las que confiaba, le animo a que se una a nuestro nuevo curso “Handling Betrayal” (“Tratando Con la Traición”). Vamos a emprender un camino hacia la sanación y la libertad. Cuando lleguemos al otro lado, se sentirá confiado y libre. Tendrá las herramientas para tomar decisiones acertadas.
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